Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo… anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe.
A menudo Jesús compara a los creyentes con las ovejas y se presenta como el buen Pastor que da su vida por las ovejas. Él vino para darles “vida… en abundancia”. Jesús subraya el contraste entre el buen Pastor y el ladrón, que solo quiere hacer daño a las ovejas. Efectivamente, el ladrón viene “para hurtar y matar y destruir” (Juan 10:10).
El ladrón representa a Satanás, quien trata de hacer daño a los creyentes. Sus intenciones son:
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Cristianos, si queremos disfrutar de nuestras riquezas espirituales, vivir para la gloria de Dios y crecer en la fe, velemos. Huyamos de nuestro adversario. Busquemos diligentemente la cercanía del buen Pastor. “Conmigo estarás a salvo” (1 Samuel 22:23).
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
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