miércoles, 16 de septiembre de 2020

REFLEXIÓN - Miércoles, 16 de setiembre de 2020

(El) Dios de toda consolación... nos consuela... para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

Elegir ser agradecido
Testimonio
«Estoy en silla de ruedas porque soy tetrapléjica desde que tenía diecisiete años. Para cada gesto de la vida diaria, hay muchas personas a mi alrededor que me ayudan... Con un corazón agradecido me apresuro a decirles gracias...
Si tuviésemos la misma actitud hacia el Señor Jesús, expresándole nuestro agradecimiento a lo largo del día...
Desde que quedé paralítica doy gracias a Dios la mayoría del tiempo, no solo “en todo” (1 Tesalonicenses 5:18), sino “por todo... en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5:20).
Generalmente damos gracias a Dios por su gracia, por su consuelo y su sostén en la prueba. Pero, ¿le agradecemos por la prueba en sí? La prueba nos acerca a él. Durante los decenios que he pasado en silla de ruedas, he aprendido a no separar a mi Salvador de los sufrimientos que permite.
Aprendí a no considerar un cuello roto (o en su caso personal, quizás un corazón, un hogar) simplemente como «algo que sucede», una desgracia de la que el Señor, no sé muy bien cómo, sacará algo bueno. No, el Dios de la Biblia es mucho más grande que eso...
Esta dolorosa bendición, «ese regalo envuelto en papel negro», me empuja y me lleva a los brazos del Salvador. ¡Ahí es donde encuentro el gozo!».
(Jony E. T.)
Tomado de LA BUENA SEMILLA.

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