lunes, 29 de marzo de 2021

REFLEXIÓN - Lunes, 29 de marzo de 2021

Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad.

Mi camino hasta Dios
Testimonio


“Pasé mi juventud en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Allí leí muchos libros opuestos a la fe cristiana. Pero un día me hice esta pregunta: Si Dios no existe, ¿por qué se hacen tantos esfuerzos para resistirle?

En nuestra sociedad comunista todo el sistema, escuelas, medios de comunicación, ciencias y artes, luchaba contra la fe cristiana. ¿Cómo podían los cristianos conservar su fe y su paz, aunque hubiesen sido desterrados de la sociedad? El ejemplo de mis padres me seguía: ellos eran cristianos comprometidos.

Un día decidí acompañarlos a una reunión cristiana. Oyendo a esos cristianos dirigirse a Dios me hice la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos orar a alguien que no vemos? Eso me parecía absurdo. Pero la pregunta me perseguía.

Seis meses más tarde volví a escuchar a un predicador cristiano, y el Evangelio tocó mi corazón. Entonces unos argumentos que me inducían a no aceptar la salvación empezaron a atormentarme, por ejemplo: si entras en eso tendrás que renunciar a todo, perderás a tus amigos. Tus estudios y tus proyectos del futuro se desvanecerán. Sin embargo, me arrodillé y empecé a llorar, no debido a lo que iba a perder, sino por la convicción que acababa de recibir, de que Dios me amaba. Oré a él pidiéndole que perdonara mi incredulidad, y Dios me respondió. Me dio el perdón y la paz. Desde ese día la existencia de Dios dejó de ser una suposición y pasó a ser una certeza, también supe que Jesús era mi Salvador y mi Señor”.

H.R.
“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros” (2 Corintios 13:11).
Tomado de LA BUENA SEMILLA.

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