jueves, 31 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - Jueves, 31 de diciembre de 2020
El Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado ; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.
Una de las características de nuestra época es el creciente número de personas solas, privadas del contacto humano por varias razones. A menudo esta es la porción de los jubilados, los enfermos, los desempleados. Soledad de los ancianos privados de su cónyuge, cuya vida a menudo se acaba sin meta y sin esperanza.
Soledad deprimente debida a la falta de trabajo o a la enfermedad, física o mental. En muchos países, hospitales, clínicas y asilos para ancianos están superpoblados, pero a menudo cada individuo está solo con su sufrimiento o su problema. Soledad de muchos niños dejados solos durante las horas de trabajo de sus padres. Cristianos, hablemos de nuestro Amigo divino a esos aislados. La voz del Señor debe hacerse oír a través de nosotros.
Así como tratamos de sintonizar el punto exacto que permite que escuchemos una emisora en la radio, el cristiano solo será un testigo de Cristo en la medida en que él mismo tenga el oído abierto para oír la conocida voz del Señor. Ella debería ser para nosotros como un fondo sonoro, tranquilizador, permanente, que cubra los ruidos parásitos, de los que no siempre podemos deshacernos.
“El Señor es mi luz y mi salvación ; ¿de quién temeré ? El Señor es la fortaleza de mi vida ; ¿de quién he de atemorizarme ? … Una cosa he demandado al Señor, esta buscaré ; que esté yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para inquirir en su templo” (Salmo 27 : 1, 4).
“Dios hace habitar en familia a los desamparados” (Salmo 68 : 6).
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
VERSÍCULO DEL DÍA
31 de diciembre de 2020 Versículo del día |
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:11 RVR1960 |
miércoles, 30 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - Miércoles, 30 de diciembre de 2020
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
En el año 1978 Norbert Hugedé, profesor de una universidad francesa, publicó una obra en la que afirmaba : “Hay que ser ciego para negar que llegamos al final de la historia de nuestro mundo… Cualquiera que desee reflexionar sobre los acontecimientos constata que el mundo ha llegado al final de un callejón sin salida, desde el punto de vista económico, social, político e incluso religioso”.
Desde 1978, a pesar de la prosperidad, los progresos y los esfuerzos por alcanzar la paz, muchas personas se enfrentan al futuro con una ansiedad creciente, y se preguntan : “¿Qué nos espera ?”.
De hecho, un acontecimiento de alcance mundial es inminente. ¡Jesucristo va a venir ! Algunos pueden burlarse : “En los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo : ¿Dónde está la promesa de su advenimiento ?” (2 Pedro 3 : 3-4). Pero ese día “el Señor mismo… descenderá del cielo ; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4 : 16-17).
Luego, terribles juicios caerán sobre los habitantes incrédulos de la tierra.
Mientras tanto, Dios ofrece su gracia a todos. Su Hijo Jesucristo salva del juicio a todos aquellos que creen en él. Su obra los libera de la condenación y les da una seguridad eterna. Cuando él vuelva, será demasiado tarde para arrepentirse. ¡Aún hoy usted puede ser salvo !
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
MÚSICA - Digno de honor - Marco Barrientos
VERSÍCULO DEL DÍA
30 de diciembre de 2020 Versículo del día |
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 1 Juan 4:15 RVR1960 |
martes, 29 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - Martes, 29 de diciembre de 2020
De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Así llamaba Martín Lutero al versículo que acabamos de leer, pues en pocas palabras resume lo que Dios hizo, con la razón y el objetivo de su acción. En esta frase todo es grande, porque todo es divino :
- un gran Dios de amor que
- un gran don :
- un gran llamado :
- una gran liberación :
- una gran herencia :
La Palabra de Dios es viva y sigue actuando. Esta frase ha sido el medio de salvación para una multitud de personas. La expresión “todo aquel” fue una verdadera revelación para muchos : todo aquel somos usted y yo, no se excluye a nadie. No hay un pecador demasiado culpable que no pueda ser salvo : esta es la verdadera gracia de Dios. Cada uno puede apropiársela y decir : “El Hijo de Dios… me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2 : 20). La misma obra hubiese sido necesaria incluso si yo hubiese sido el único que necesitaba ser salvo.
Esta constatación, ¿no toca nuestros corazones ? Cada uno de nosotros puede decir : Jesús sufrió por mí ; murió por mí ; resucitó por mí.
En su infinito amor y para su propio gozo, Dios quiere que seamos felices eternamente. Para alcanzar ese maravilloso objetivo, aceptó que su muy amado Hijo recibiese el castigo que nosotros merecíamos. “Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3 : 18).
Ahora, todo el que cree en él es perdonado, purificado : tiene acceso a su misma presencia, y esto por la eternidad.
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
MÚSICA - Bueno es alabar - Semilla Eastside
SEMILLA EASTSIDE Bueno es alabar |
Sí, sí, sí, Señor
Es bueno alabar tu nombre Jesús, precioso
Este es el lugar de tu alabanza Señor
Nos hemos reunido para declararte a ti Jesús
Darte gloria, honra y honor, por siempre
Bueno es alabarte Jesús
Y gozarme en tu poder
Darte gloria, honra y honor, por siempre
Bueno es alabarte Jesús
Y gozarme en tu poder
Grande son tus obras
Porque grande eres tú
Grande es tu amor
Grande es tu gloria
Grande son tus obras
Porque grande eres tú
Grande es tu amor
Grande es tu gloria, ¡vamos!
Darte gloria, honra y honor, (bueno) por siempre
Bueno es alabarte Jesús
Y gozarme en tu poder, ¡bueno!
VERSÍCULO DEL DÍA
29 de diciembre de 2020 Versículo del día |
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; S. Juan 1:12 RVR1960 |
lunes, 28 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - Lunes, 28 de diciembre de 2020
El zar Nicolás acostumbraba llegar de incógnito al cuartel de su ejército. Cierta noche encontró a un joven oficial, hijo de uno de sus amigos, dormido con la cabeza apoyada en la mesa. Delante de él había un revólver cargado y una hoja de papel en la que el joven había hecho una lista de todo el dinero que debía, dinero que había perdido en los juegos de azar. Su situación le parecía sin salida, por eso tenía la intención de acabar con su vida. En la parte baja de la hoja escribió : “¿Quién podría pagar una deuda tan grande ?”. Cansado y abrumado por la tristeza, terminó durmiéndose.
El primer pensamiento del zar fue despertarlo y darle un castigo ejemplar. Luego reflexionó y se dijo : ¡Este hombre es el hijo de mi amigo !
Entonces decidió perdonarlo, pero el perdón no podía borrar la deuda, y la justicia exigía que fuese pagada. Por lo tanto, tomó la pluma que había quedado sobre la mesa y, debajo de la pregunta desesperada del oficial, escribió : “Yo, Nicolás, zar de Rusia”.
Todos, debido a nuestros pecados, tenemos una gran deuda con Dios. Desobedecimos a sus mandamientos y no lo amamos como deberíamos haberlo hecho. Por ello merecemos una justa condenación. Pero Dios quiere perdonarnos, y lo hace en toda justicia porque Jesús pagó nuestra deuda. “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos”. “Siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5 : 6, 8). ¡Pero es necesario aceptar la salvación que él nos ofrece !
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
MÚSICA - Amén - Ricardo Montaner y familia
RICARDO MONTANER y FAMILIA Amén |
VERSÍCULO DEL DÍA
28 de diciembre de 2020 Versículo del día |
Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. S. Mateo 4:4 RVR1960 |
domingo, 27 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - 27 de diciembre de 2020
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios.
¡Paz en la tierra ! Esta fue la buena noticia que los ángeles proclamaron a los pastores la noche en que Jesucristo nació. Es muy fácil constatar que esta paz no existe, porque Jesús fue rechazado, crucificado. Será una realidad en un tiempo futuro, después de los grandes juicios.
Pero hoy en día, cada habitante de la tierra está invitado a tener la paz con Dios. Todo ser humano pecador es enemigo del Dios santo. Pero Jesús hizo la paz mediante la sangre de su cruz, y Dios dice ahora a los que creen en Jesús : “Vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos… ahora os ha reconciliado… por medio de la muerte” (Colosenses 1 : 20-22).
Así, un sentimiento de paz vive en el creyente que confía su vida a un Dios que perdona a todo pecador arrepentido. En un mundo lleno de confusión e inquietud, la paz con Dios, que sobrepasa todos nuestros pensamientos, es una realidad para los creyentes que confían en las promesas divinas.
Otro ámbito en el que la paz debería reinar es con los que nos rodean ; pero las razones de discordia son abundantes : conflictos étnicos, familias destrozadas, desacuerdos en las relaciones profesionales, conflictos de vecindario… El hombre reconciliado con Dios es invitado a amar a su prójimo, a procurar la paz, según sus posibilidades : “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12 : 18). El cristiano es un embajador cuya conducta y mensaje deberían animar a quienes lo rodean a reconciliarse con Dios.
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
MÚSICA - Eterna Luz Verdadera - Un Corazaón
UN CORAZÓN Eterna Luz Verdadera |
VERSÍCULO DEL DÍA
27 de diciembre de 2020 Versículo del día |
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Colosenses 1:16 RVR1960 |
sábado, 26 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - Sábado, 26 de diciembre de 2020
Una multitud de las huestes celestiales… alababan a Dios, y decían : ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz !
Como una noche cualquiera en Oriente, cerca de Belén, unos pastores guardaban sus rebaños en los campos. Pero de repente se produjo un acontecimiento extraordinario : un ángel apareció y les anunció el nacimiento de un Salvador, el Cristo. El recién nacido estaba en un pesebre en Belén. Y ante ellos, una multitud de ángeles daba gloria a Dios y anunciaba : “En la tierra paz”.
¡La paz ! ¡Qué mensaje en ese país que vivía, en aquella época, bajo el duro dominio del poderoso invasor romano ! La paz, precisamente lo que anhela cada ser humano en todas las épocas.
Han pasado veinte siglos desde aquel anuncio de paz. ¡Y debemos constatar que el mundo está cada vez más lejos de cumplir este deseo ! En 1945, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue fundada con el objetivo de mantener la paz entre los pueblos, misión que rápidamente fracasó. Frente al edificio de la ONU en Nueva York hay un versículo inscrito en un muro, llamado el muro de Isaías : “Volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces ; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2 : 4). Sí, un día la paz reinará en la tierra y las armas serán inútiles. Esta profecía, anunciada hace unos 2700 años, se hará realidad cuando Jesucristo, el Príncipe de paz, vuelva por segunda vez a la tierra para reinar.
Hoy Dios ofrece la paz de la conciencia y del corazón a todo el que quiera depositar su confianza en él.
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
MÚSICA - Corazón pesebre - Rescate
RESCATE Corazón Pesebre |
VERSÍCULOS DEL DÍA
26 de diciembre de 2020 Versículo del día |
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Salmos 8:3-4 RVR1960 |
viernes, 25 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - Viernes, 25 de diciembre de 2020
¡Es Jesús ! Él es mucho más que un hombre. Es el Creador del universo : “En él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles” (Colosenses 1 : 16). Es Dios, quien vino a la tierra en un cuerpo de hombre (1 Timoteo 3 : 16). Así, varios de sus contemporáneos dieron testimonio de haberlo oído dar órdenes al mar, y este le obedeció ; llamar a los peces, y estos vinieron ; decir una palabra a los leprosos, y estos sanaron ; ordenar a los muertos levantarse, y estos resucitaron… Sus milagros siempre fueron hechos por amor hacia los que sufrían. Sus palabras siempre fueron palabras de gracia, de bondad, de dulzura, de paz y de verdad hacia todos. Su enseñanza tenía tanto poder que las multitudes se juntaban para oírlo.
Mi Salvador era un hombre perfecto, sin pecado, sin falta, justo (1 Pedro 2 : 22). Sin embargo, había personas malvadas, llenas de celos y odio contra él. Lo detuvieron, lo ultrajaron, lo azotaron, lo acusaron falsamente. Al final lo condenaron, lo crucificaron. Y mi Salvador, Dios y hombre a la vez, dejó que todo esto ocurriera…
Jesús aceptó ser condenado en lugar de los que estaban expuestos a la condenación de Dios, es decir, usted y yo. ¡Solo podemos ser perdonados y salvados por él ! ¡Qué amor el de Jesús, mi Salvador !
También quiere ser su Salvador. Para ello solo hay un medio : reconocer que usted desobedeció a Dios y que necesita a Jesús. Crea que Jesús murió por usted y confíe en él.
¡Así conocerá personalmente a mi Salvador !
Tomado de LA BUENA SEMILLA.
MÚSICA - Es Navidad - Alex Campos
ALEX CAMPOS Es Navidad |
VERSÍCULO DEL DÍA
25 de diciembre de 2020 Versículo del día |
que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. S. Lucas 2:11 RVR1960 |
jueves, 24 de diciembre de 2020
REFLEXIÓN - Jueves, 24 de diciembre de 2020
El emperador Augusto había decretado el censo de la población. Quería medir su poder a través del número de sus habitantes. Pero no imaginaba las consecuencias de esta decisión. Jesús iba a nacer en Belén, según lo anunciado por el profeta Miqueas (cap. 5 : 2).
Dios se sirvió de este emperador romano, quien ignoraba que su decreto solo era un instrumento en las manos de Dios para cumplir la profecía. El hecho capital era el nacimiento de este niño en Belén, y no el censo en sí. El decreto puso en movimiento todo el imperio, pero en medio de esta agitación, Dios cumplía sus planes.
Lo que parecía importante para el mundo eran las decisiones del emperador ; lo que parecía insignificante, y que incluso él ignoraba, era el viaje de José a Belén. En medio de la multitud, nadie se preocupó por el humilde carpintero, por María y el niño que iba a nacer. Sin embargo, era en Belén donde el Mesías debía nacer, en el lugar y el momento escogidos por Dios. Aún es más sorprendente ver que el censo no tuvo lugar en el momento en que fue decretado, sino más tarde (Lucas 2 : 2). Así Dios cumple sus planes concernientes a la humanidad en su tiempo, y el hombre, incapaz de verlos, se pierde aquello que llena el corazón de Dios. Pero Dios habló y mandó escribir su Palabra. Solo por la fe, creyendo lo que Dios dice, conocemos a Jesús, el Salvador que Dios envió a la tierra.
“Dios… hace grandes cosas, que nosotros no entendemos” (Job 37 : 5).
Tomado de LA BUENA SEMILLA.