domingo, 19 de abril de 2020

REFLEXIÓN - Domingo, 19 de abril de 2020

El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan...
Oh Señor, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.

El domingo
Para los cristianos, el domingo es un día especial en la semana. Es el “día del Señor”, el día de la resurrección de Jesús. Al final de aquel día, Jesús apareció a sus discípulos, quienes estaban reunidos. Ocho días después se presentó nuevamente en medio de ellos y habló especialmente a Tomás, quien aún no había querido creer en su resurrección.
Seguidamente los discípulos, y luego los primeros creyentes, se reunían cada domingo para “partir el pan”, es decir, para celebrar la Cena, esa comida que recuerda la muerte de Jesús.
Nosotros tampoco debemos faltar, el primer día de la semana, a esa cita que reúne a los creyentes para estar en la presencia de Jesucristo y recordarlo. Él desea que lo hagamos: “Haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). ¡Qué inmenso privilegio!
El día que el Señor eligió para confiar al apóstol Juan la redacción del Apocalipsis fue un domingo. Juan estaba solo, exiliado en la isla de Patmos, y no podía disfrutar de la comunión que gozaban los hermanos ese día. Pero Dios se ocupó especialmente de él y le dio una revelación extraordinaria (Apocalipsis 1:10).
Si por diversas razones (enfermedad, distancia, persecución...) no podemos reunirnos en torno al Señor Jesús el domingo, leamos la Palabra de Dios, si es posible. Consagrémosle ese día; él nos dará gozo y ánimo. Antiguamente, Dios prometió a los suyos que estaban dispersos: “Les seré por un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen” (Ezequiel 11:16).

Tomado de LA BUENA SEMILLA.

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