miércoles, 17 de junio de 2020

REFLEXIÓN - Miércoles, 17 de junio de 2020


Dios mío, en ti confío... ninguno de cuantos esperan en ti será confundido.
En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes.
Usted no le molesta
Un niño tenía que pedirle algo a su papá, un hombre de negocios muy ocupado. Pero este estaba en una reunión importante firmando un nuevo contrato. El niño pasó todas las puertas y en la última fue detenido por la secretaria: «¡Prohibido entrar! ¡No quiere ser molestado!». –«¡Yo nunca molesto a mi papá!», respondió el niño, franqueando la última barrera.
A menudo tenemos la impresión de molestar a Dios. ¿Podemos molestar a nuestro Padre?
Cuando Jairo se postró a los pies del Señor Jesús, en medio de la multitud, y le suplicó que fuera a sanar a su hija moribunda, Jesús lo siguió. Cuando le anunciaron la terrible noticia de la muerte de su hija, y le dijeron: “No molestes más al Maestro”, Jesús respondió enseguida: “No temas; cree solamente, y será salva” (Lucas 8:49-50).
Cuando los discípulos dijeron: “Despide a la multitud”, que tiene hambre, Jesús respondió: “Dadles vosotros de comer” (Mateo 14:15-16).
Y cuando le llevaron los niños para que los bendijera, los discípulos solo tuvieron reproches que hacer. Pero Jesús, indignado, les dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis” (Marcos 10:13-16). Entonces los tomó en sus brazos.
Jesús siempre está disponible, tanto de día como de noche. Él dice: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37). Vayamos a él en oración con nuestras preguntas, contémosle simplemente nuestras debilidades y lo que nos carga. Busquémosle también a través de la lectura de la Biblia, pues él desea revelarse a nosotros. Jamás le molestaremos.

Tomado de LA BUENA SEMILLA.

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