sábado, 29 de agosto de 2020

REFLEXIÓN - Sábado, 29 de agosto de 2020



Dios nuestro Salvador... quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.


Pasar desapercibido
En la sociedad hay mucha gente que pasa desapercibida. Como no hacen ruido, uno no se preocupa mucho por su opinión o sus aspiraciones. Pero aunque pasen inadvertidos para los hombres, una cosa es cierta: Dios los ve y conoce las circunstancias de su vida. “Desde los cielos miró el Señor; vio a todos los hijos de los hombres” (Salmo 33:13). “Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos” (Salmo 139:3). “Trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba” o: ¿no lo ve el Señor? (Lamentaciones 3:36).
En el evangelio según Lucas, Zaqueo, un hombre de pequeña estatura, despreciado por sus contemporáneos debido a su profesión, se subió a un árbol para ver pasar a Jesús (Lucas 19:1-10). Y el Señor lo vio, como vio a la viuda echar al tesoro del templo “todo lo que tenía” (Marcos 12:44).
¿Se siente usted aislado, ignorado, incluso despreciado? ¡Vaya a Jesús! Él no rechaza a nadie. “No hay acepción de personas para con Dios” (Romanos 2:11Efesios 6:9).
Cualquiera que sea nuestro origen, nuestro color de piel, nuestro país, nuestra posición social, nuestra profesión, Dios declara que todos somos pecadores, “no hay diferencia” (Romanos 3:22). Y, cosa maravillosa, él ofrece su perdón a todos mediante la obra de Jesús en la cruz. Él nos dice: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37). Desde entonces, nada “nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:39).
“Los ojos del Señor están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos” (Salmo 34:15).
Tomado de LA BUENA SEMILLA.

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