lunes, 18 de enero de 2021

REFLEXIÓN - Lunes, 18 de enero de 2021


(Jesús dijo :) Y orando, no uséis vanas repeticiones.

Mas ciertamente me escuchó Dios ; atendió a la voz de mi súplica.
Orar con el corazón

Una familia cristiana estaba reunida para comer. La niña pequeña preguntó si podía hacer la oración. Su padre le dijo que sí. Ella inclinó la cabeza y dijo rápidamente :

“Dios es fiel, Dios es bueno. Le agradecemos por estos alimentos. ¡Amén !”.

- ¿Dónde aprendiste esta oración ?, le preguntó su padre.

- La señora de la guardería manda que la repitamos siempre en el momento de la merienda.

- Es claro que en la guardería no todos son cristianos. Pero tú, ¿quién eres para Dios ?

- ¡Su hija !

- Nosotros también somos sus hijos, confirmó el padre, y podemos hablar a Dios, nuestro Padre, directamente… También podemos decirle que lo amamos. ¡A Dios le gusta escuchar la voz de sus hijos !

Al día siguiente, a la hora de la comida, los dos hijos de la familia preguntaron si podían orar. El niño de tres años empezó tratando de imitar el estilo y el tono de voz de su padre. Pero lo más hermoso fue escucharlo hablar directamente a Dios. Le dio las gracias no solo por la comida, sino también por el gozo de estar juntos, y le pidió que los guardase. Luego oró su hermana, quien empezó recitando su pequeña frase : “Dios es grande, Dios es bueno…”, pero luego añadió : “Ahora voy a orar…”.

Este incidente nos hace pensar en lo que uno de los discípulos pidió a Jesús : “Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11 : 1). Enseñemos a nuestros hijos, incluso a los más jóvenes, cómo acercarse a Dios para hablarle con confianza, simplicidad y verdad.

Tomado de LA BUENA SEMILLA.

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