martes, 12 de enero de 2021

REFLEXIÓN - Martes, 12 de enero de 2021


Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones… por todos los hombres ; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.

¿Hay que luchar ?

Ante las manifestaciones y protestas que movilizan a las multitudes, podemos preguntarnos cuál debe ser nuestra reacción como cristianos.

La Biblia nos invita a recordar siempre que somos “extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (Hebreos 11 : 13). Claro que debemos cumplir las leyes de nuestro país y someternos a “las autoridades… que… por Dios han sido establecidas” (Romanos 13 : 1). Pero Dios no nos pide tomar parte en las polémicas en las que él mismo es excluido. Un día el Señor Jesús dijo a uno de sus discípulos : “Sígueme ; deja que los muertos entierren a sus muertos” (Mateo 8 : 22). A los ojos de Dios el incrédulo es un “muerto”, al que sin embargo desea darle la vida eterna. Lo importante para nosotros, creyentes, es seguir a Cristo, sin participar en combates que no tienen nada que ver con nosotros, pues somos ciudadanos del cielo (Filipenses 3 : 20).

Nuestro combate debe consistir en rechazar toda forma de mal en nuestra vida, mediante la oración. Si la gente se burla de Dios, oremos por los que se burlan ; si hay personas que matan a inocentes, oremos por los familiares afligidos, como también por los asesinos. Oremos igualmente por los gobernantes, pues su tarea no es fácil ; no olvidemos que “Dios… quiere que todos los hombres sean salvos” (1 Timoteo 2 : 3-4).

“Esta es la voluntad de Dios : que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” (1 Pedro 2 : 15).

Tomado de LA BUENA SEMILLA.

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