sábado, 28 de noviembre de 2020

REFLEXIÓN - Sábado 28 de noviembre de 2020



(Jesús dijo:) Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos... No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.


La gracia del Evangelio

«La gracia del Evangelio, tan difícil de comprender, nos pone ante la verdad y nos dice: Eres un pecador, pero puedes ir a Dios, quien te ama. Te acepta tal como eres, sin que hagas nada, sin que des nada, te quiere a ti, por completo... Dios vino hasta ti, pecador, para salvarte. ¡Regocíjate! Al decirte la verdad, Dios te libera. Delante de él, no puedes esconderte. La máscara que llevas frente a los hombres no sirve de nada en su presencia, Dios quiere verte tal como eres... para concederte su gracia».

D. B.
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano” (Salmo 139:7-10).

Quizás usted esté agobiado por el recuerdo del mal que hizo a otros y a usted mismo. Escuche el mensaje del Evangelio, la gracia del Evangelio. Dios detesta el pecado, pero nos ama a nosotros los seres humanos, a pesar de nuestras artimañas, de nuestros malos comportamientos, deshonestidad, violencia. El pecado nos alcanzó a todos. Quizá nos empuje a decir una simple mentira, y esta produce en nosotros un malestar, o se convierte en una obsesión que nos martiriza, que nos posee y nos agobia.

Sea como fuere, cuando esta voz de la conciencia nos habla, tomémosla muy en serio: ella nos recuerda que Dios tiene algo que decirnos, y no olvidemos que solo él puede purificarnos del pecado.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Tomado de LA BUENA SEMILLA.





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