miércoles, 4 de diciembre de 2019

REFLEXIÓN

(Jesús dijo:) Dad, y se os dará... con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Lucas 6:38
Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mateo 25:21
Colaboradores de Dios
En los evangelios siempre vemos a Jesús dando generosamente. Cuando alimentó a cinco mil hombres, incluso sobró pan (Juan 6:1-15). Cuando los apóstoles volvieron de una noche de pesca sin haber conseguido nada, milagrosamente permitió que las redes se llenaran como nunca antes (cap. 21:1-14). En las bodas de Caná, cambió una gran cantidad de agua en vino, para el gozo de los invitados (cap. 2:1-11).
En estas tres situaciones, es sorprendente ver que el Señor pidió un compromiso personal antes de dar. Él quiere que participemos, y nos dice: “Dad, y se os dará”.
1. Cuando alimentó a la multitud, un muchacho aportó cinco panes y dos peces. Eso parecía irrisorio frente al número de bocas que había que alimentar. Sin embargo, el Señor se sirvió de la contribución de ese jovencito. Queridos niños que leen este mensaje, no olviden que incluso un vaso de agua dado en el nombre del Señor tendrá su recompensa (Mateo 10:42).
2. Jesús no necesitaba que sus discípulos volvieran a pescar para alimentarlos. Pero ellos le obedecieron simplemente echando la red “a la derecha de la barca” (Juan 21:6), y su fe fue recompensada.
3. Cuando Jesús pidió agua, antes de cambiarla en vino, hubiera podido hacerlo sin ella. No obstante, los que le ayudaron, en este caso como en los otros, tuvieron el gozo de ser “colaboradores de Dios” (1 Corintios 3:9).
Esta pequeña participación no tiene comparación con lo que Jesús da. Él quiere poner a prueba la fe y estimularla para luego darle su recompensa.

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