domingo, 17 de noviembre de 2019

REFLEXIÓN

¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?... Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas... Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:31-33
Prioridades
Alimentarse, alojarse, vestirse, son preocupaciones legítimas para un joven que busca empleo, para una familia cuyo padre acaba de ser despedido... A veces el Estado brinda algunas ayudas, la familia o los amigos también pueden colaborar, pero la ansiedad persiste...
El agricultor que ha perdido su cosecha debido a una tormenta o a la sequía también conoce esta angustia por el mañana: ¿cómo hacer frente a las deudas y pagar a los proveedores?
Los cristianos no escapan a estas incertidumbres opresoras, pero pueden contar con las promesas de Dios. Él conoce las necesidades de nuestro cuerpo como de nuestra alma, y quiere que confiemos en él.
En los versículos del encabezamiento Jesús no nos anima a ser perezosos o negligentes, sino a comprender dónde están nuestras prioridades. Nuestro deseo debe ser agradar a Dios. Haciendo de nosotros sus hijos, él nos ha introducido en un dominio espiritual nuevo, descrito así por el apóstol Pablo: “El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17). Estos son los caracteres morales que Dios espera de los suyos y que nosotros debemos buscar por encima de todo. Y estemos seguros de que él cumplirá sus promesas y suplirá nuestras necesidades según su sabiduría, de una manera que a veces nos sorprenderá. Él nos prometió ocuparse de ellas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario